[...]Y aunque no supe quererte
en días como hoy a veces pienso en ti.
No creas que cometiste un error,
como ya dije, no eras tan fuerte.[...]
Las manos dentro del agua
son garras que parecen temblar.
Yo te limpié, yo te di de comer,
yo descubrí esa línea en tu espalda.
N.v.s.c.d.e.n
sábado, 6 de noviembre de 2010
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