domingo, 30 de enero de 2011


por ti juego al pollito inglés mientras me tiro desde la terraza de aquel edificio que rasca el cielo.
Un, dos, tres, me paro.
Un, dos, tres, sigo bajando al suelo
Un, dos, tres, me paro
Un, dos, tres, casi llegando al suelo.
Un, dos.

lunes, 24 de enero de 2011

La justicia poética estrello a la chica contra el suelo, ella que se abastecía de agua y palabras de consonantes duras, la chica se rompió las manos de tanto rezarle a ese Dios en el que nunca creyó, ese misericordioso que le sacaría de la ruina de su abecedario, que suicidó cuando se tiró desde una casita en primera línea de playa.
Consiguiendo solo la muerte alfabética y la vergüenza de su conciente.
La chica terrestre escarbando en la arena movediza del epicentro, señalando catástrofe.
Sus dedos están atrofiados de tanto esfuerzo por encontrar el tesoro del centro del universo.
Los ojos de la chica se han convertido en regaderas, mientras llora, riega esas malas hierbas que le arañan las manos.
Las piernas de la chica. Ya no existen, huyeron, con gran pundonor, ella no estaba hecha para que el chico cero le hiciera sentirse una esclava.
Los rizos de la chica terrestre. Como enredaderas contra las paredes de un edificio.
La boca, la boca que hacía bailar a las palabras, las palabras que bailaban.
El disparo de la chica terrestre.
El disparo en la boca.
Las palabras exánimes, el arte de matarlas fue un trago amargo para la chica del mar subterráneo.

-cosmética del enemigo-
esta es la desidia que tanto temo
el bucle en el edredón
las horas sin importancia, mal gastadas
¿querer? ¿qué quiero?
peligro ,el desdén del tiempo
peligro, los pájaros que tanto repudio, ellos que saben volar.
las carreteras, el espejo del alma
las alcantarillas, lo impune.
pero sobretodo la desidia.
esta maldita desidia.

viernes, 21 de enero de 2011

jueves, 20 de enero de 2011

La siguiente noche noté el intenso olor de tu cuerpo,
y recordé cuando tú me querías y nos duchábamos abrazados, haciendo de entre los cuerpos unos charcos que nunca querríamos pisar.
Luego solté una risita nerviosa y pensé que esas aguas tranquilas que vivían entre tus brazos y los míos ya las habíamos saboteado.
Me metí en la bañera, me senté en su fría porcelana, estaba temblando, como todos los días que no son agosto en el Sur;
encendí el grifo dándole valor a los chorritos que regalaban fuego,
entonces el agua subía y se me hacía humo el cuerpo.
Estuve horas gritándote.
Estuve minutos y segundos enteros odiándote.
Hasta que decidí resbalarme suelo abajo, me levanté.
Intenté espantar los olores que me vibraban los pulmones y no me dejaban respirar.
Me metí en la cama y volviste a aparecer.
día a día mis días son trenes, autobuses, coches, autovías, tráfico y ausencia de poder, ausencia de conseguirme,
una vez más me paso por al lado y no paro a recogerme.

miércoles, 19 de enero de 2011

volveré a andar de puntilla si eso es lo que pides, pero el día que me duelan los pies
acabaré desapareciendo.
para volver a tierra firme a veces sólo hay que dar un paso.

lunes, 17 de enero de 2011

tu mantienes el aire en la boca para no respirar.
lo demás
es oscuridad

viernes, 14 de enero de 2011

laguna de llantos donde meter los pies y hundirse
barro estancado que empieza a perder la forma natural
la no vida de la mujer pájaro que creía estable,(por esto de la física del viento).
no es así.
la laguna de llantos sucedió anoche, anoche con el diluvio universal que no existía, mientras, se planteaba estilos de vida; ¿qué hubiera pasado si no te hubiera conocido?, ¿qué sería de mi?
se mojaba las alas entre chispazos y gotas frías
se le hizo escamas el cuerpo,

fue encontrando el equilibrio

[enhorabuena, ha sido usted ganador de un viaje al infinito ¿ puedo acompañarte?]

miércoles, 12 de enero de 2011

la respiración asistida de un hombre, hasta el final.
sus días contados
la respiración de tu piel, de tus poros abiertos en verano, de tu cuerpo ardiendo y respirando
respiración frágil, como un bebé saliendo a la luz, muriendo para vivir, viviendo después de su muerte interna, la respiración de sus pulmones, la muerte de sus branquias.
respiración frágil de vagabundo, que con su inspiración entrecortada aún grita Caridad o Dios se apiade de ti.
la respiración de una drogadicta que sube en el autobús y deja el caos de la heroína a sus vecinos de al lado.
la respiración criminal que delata a un psicópata en la esquina de tu bloque
el sonido silbiante de tu respiración.
respira el mundo con ansias de venganza.
respiras tu en la cama después de un sexo profundo, respiras y me dejas entre ver el fondo de la habitación cuando expiras.
entonces me duermo, y respiro, y se tranquiliza el océano.