Era noche y las carreteras ya estaban plegadas, se escuchaba tráfico de aviones entre rampas vírgenes de vida, se escuchaba a penas tu voz debajo de la cama, tu voz que estaba amenazada por ladrones de laringes.
Era noche y tu voz cada vez más Suave enseñaba el camino a casa a los paracaídas descosidos en el aire, y recogíamos hilos juntos, saltábamos para alcanzarlos con los dedos, intentábamos recuperar todos para no caernos al vacío, y por la noche tu voz no existía, y yo tenía en un saco negro acumulada miles de cuerdas vocales de todo el vecindario, Tú me miraste y con un simple gesto mudo te diste la vuelta, yo siempre te exigí la última palabra, pero esta vez ya te las había robado todas.
Era de noche y me quede sola, con sacos oscuros mal cosidos a inconciencia.
martes, 24 de mayo de 2011
martes, 17 de mayo de 2011
elefantes omnívoros pasean entre mi pecho y espalda.
animales con olor a fusta que le obligaron a aprender a base de palos.
elefantes salvajes que acabaron domésticos como una lavadora con botones apagados; centrifugandose en la carretera que construyen en los árboles donde vivían.
y aprenden a hacer el pino, o a trotar, al galope, como caballos.
elefantes que hoy me miran a los ojos.
entre mis dedos corren hormigas en forma de sangre, se me duermen las manos de apoyarla contra la pared que hoy se cae desesperada.
y no podemos hacer nada, la pared se cae y no podemos controlar el mundo.
entonces pensamos, ellos, los elefantes, últimamente andan un poco tristes.
animales con olor a fusta que le obligaron a aprender a base de palos.
elefantes salvajes que acabaron domésticos como una lavadora con botones apagados; centrifugandose en la carretera que construyen en los árboles donde vivían.
y aprenden a hacer el pino, o a trotar, al galope, como caballos.
elefantes que hoy me miran a los ojos.
entre mis dedos corren hormigas en forma de sangre, se me duermen las manos de apoyarla contra la pared que hoy se cae desesperada.
y no podemos hacer nada, la pared se cae y no podemos controlar el mundo.
entonces pensamos, ellos, los elefantes, últimamente andan un poco tristes.
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