conseguí ser múltiplo de dos en mis días impares.
las cicatrices del costado me recuerdan mi doble yo, entonces me tapo los ojos con algodón borracho en alcohol de quemar.
y mi ropa arde con colillas escondidas que nisiquiera llego a pisar.
esto es el infinito
y nunca acaba
gira, sigue,gira en la misma dirección.
consigo mezclarme con colores oscuros
barnízame.
me balanceo; y sigo.
me derrito
doy vueltas
apagamé, me enciendo.
martes, 26 de abril de 2011
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